viernes, 13 de febrero de 2009

No pierdas la cabeza por el cuello


A la hora de vestirse hay un detalle al que no siempre prestamos (sobre todo los caballeros) la debida atención, y es la elección del cuello. Nos gusta una camisa, su estampado, y no nos fijamos en si el cuello es el adecuado para el uso que pretendemos darle.

Por ejemplo, no debería, aunque hoy día sea habitual ver a caballeros así, combinar traje de chaqueta, corbata y camisa de cuello abotonado, que es un cuello de sport (o leisure wear, que se dice ahora) y no es el más adecuado para combinar con una corbata. Ya no sólo es cuestión de abotonar o no el cuello, sino que, además, suele ser un cuello menos rígido que nos hace perder buena parte del apresto que pretendemos nos den el traje y la corbata.

Yo, personalmente, prefiero el cuello inglés, que es el cuello de las camisas de vestir por excelencia. Rígido y con los picos largos. No tanto el italiano, más estrecho y con la abertura frontal más ancha (salvo que lleve una corbata de tejido consistente y con un nudo gordo). Yo jamás me pondría (y creo que eso sólo queda bien a los que TODO les queda bien, como Clooney o Pitt) una camisa con cuello italiano y corbata italiana (finita y larga).

Hay un punto intermedio, que algunos llaman el cuello de abertura mediana. Quizás sea la opción más equlibrada por cuanto el inglés da un aspecto demasiado altanero y "estirado".

También son de general aceptación como "de vestir" el cuello redondeado (que a mi no me gusta especialmente) y el de puntas separadas (donde ya entran factores como qué corbata llevamos o, incluso, la moda).

Y si bien es cierto que hay ciertas normas básicas del protocolo, no lo es menos que, por un lado, también hay que elegir el cuello de acuerdo con nuestro físico, y que la etiqueta se ha relajado bastante en estos días y es habitual la supresión de la corbata y ver combinaciones antes impensables (algunas de las cuales son muy del gusto del que suscribe) del traje de chaqueta con camisas de cuello tipo polo, camisetas con cuello a la caja (en primavera y verano) o jerseys de cuello alto (o de cisne).

Luego hay cuellos específicos como el de frac (entiendo que sólo debe combinarse con la vestimenta que le da nombre), o el alzacuellos (vetado a los sacerdotes pero con que me da la impresión de que daría un tremendo sex appeal si se laicizase su uso).

E incluso cuellos muy especiales como el cuello Mao, bonito, estético, pero especialmente difícil de combinar con gusto. Si quieren mi opinión, sólo me pondría camisa con cuello Mao sin traje y con un pantalón tipo kimono, en Japón o en alguna situación que resultase adecuada para ir así (no sé, ¿cenita japonesa en la intimidad?). O bajo un traje con cuello Mao. Problema: Es tan llamativo que con una puesta, "quemamos" la prenda y no podemos volver a exhibirla de nuevo (aunque esto a las mujeres no les supone un problema, antes bien lo contrario).

Luego, podríamos hablar de si el cuello debe ser del mismo color y estampado que la camisa (a mi no me desagradan las camisas de color o rayas con cuello blanco, por ejemplo) y de otras mil cuestiones. Pero eso lo dejamos para otros post.

El caso es que, a la hora de elegir camisa, les aconsejo se fijen en los cuellos. Si tienen la suerte de tener su sastre de cabecera o de ser asiduo del bespoke (del que ya hablamos en este blog), estírense un poco, y que les hagan no sólo el traje, sino también algunas camisas. Seguro que le asesoran debidamente y sale usted hecho un primor.

Y no olviden que, en cualquier caso, la camisa es parte de un todo... elijan el traje y la corbata adecuados, teniendo en cuenta colores, estampados, anchura de la corbata...

¿Qué quieren que les haga? Me gusta no ser el único hombre elegante de una reunión.

Foto: Unas camisas de Henry Poole & Sons, uno de los más reputados sastres de Saville Row

11 comentarios:

  1. una lección maestra, caballero, le haré a Maridín empollarse este post... a ver si me lo convence usted de las bondades de la sastrería a medida, que ni para la boda lo convencí!

    ResponderEliminar
  2. Ya me gustaría a mi vestir de sastrería.. el problema es el de siempre... money, money, money,... yo que soy prácticamente el único de la oficina que va todos los días al trabajo de traje y corbata... donde realmente soy un extraño cuando por circunstancias concretas voy de forma distinta. En fin que me encanta ir elegante.. lo que le digo yo a Lamamma si cuando voy a una boda parece que vaya con el mono del trabajo.

    ResponderEliminar
  3. Y qué le vamos a hacer si sueles ser el más elegante...

    Qué savoir faire de post...

    ResponderEliminar
  4. Perdón, quise decir "si siempre eres". A veces habrá otros que se acerquen...

    ResponderEliminar
  5. Hace meses me regalaron un libro sobre el vestir del caballero. Me encantó lo que se decía de los cuellos.

    Coincido contigo que los cuellos americanos con botones no son para llevar corbata (aunque sí se puede con nudo simple). Yo prefiero el cuello italiano, pero la verdad es que la mayoría de las camisas vienen ahora así o son las únicas a las que les presto atención.

    Me encanta ir de traje. Lástima que mi condición no me permita ir mucho con él.

    Un abrazo. Seguiré comentando esta entrada en otro momento.

    ResponderEliminar
  6. mi marido todo esto lo tiene empollado, es más, lo del cuello italiano, inglés y demás m lo explicó él, pq yo no tenia ni idea,y el q más le gusta es precisamente el italiano,en roma hay unas tiendas q se llaman camizie7, tipo franquicia, y además d chulas estaban bien d precio, se puso morado d comprar !para q despues digan d las mujeres!! y le están d miedo, es q mi marido no está bien q lo diga yo pero es guapo el tio,le queda todo bien,riete del brad pitt jeje,ya no incluyo a clooney q eso es punto y aparte para mi.Saludos

    ResponderEliminar
  7. Lamamma: Gracias por los elogios. En cuanto a Maridín, tiene acreditado el buen gusto, por lo que no creo que será consciente de las bondades de la sastrería a medida.
    Maridín: Pues sí que es un problema el dinero. Vamos, yo no uso la sastrería a medida por falta de dinero, pero cuando sea rico, tres o cuatro viajes anuales a ver a "mi" sastre en Saville Row no me la quita ni Dios. Por cierto, que en eso nos parecemos mucho: entre semana, vestidos "de romano" y locos por coger ropa informal el fin de semana.
    Miss Sybarite: Gracias. Me has hecho sonrojar.
    The Blogolist: Para ir elegante no hay que ir de chaqueta. La elegancia está dentro ;) Y tú la tienes. Por cierto, ¿cuándo vas a seguir comentando?
    Laura: 7camizie tiene muchas tiendas en España. Y lo de tu marido no cuenta, porque es de esos a los que todo les queda bien. ;)

    ResponderEliminar
  8. es lo q tiene vivir en una ciudad pequeña.....en la mia no hay,tendré q darme una vuelta por barcelona,y lo d mi marido claro q cuenta!! pues anda q no hay tios guaperas q visten fatal!!

    ResponderEliminar
  9. Y hombres que no se ajustan al canon y dejan al más guaperas en ridículo, Laura.

    ResponderEliminar
  10. pues sí... Miss Sybarite, cuánta razón tienes...

    por cierto, buen título el de este post! no quería que se me pasara de nuevo decirlo.

    ResponderEliminar
  11. tb, claro q si!!el caso más cercano q tengo es mi tio carmelo, feo y bajito,pero con un estilazo q no veas!!se gasta un huevo en ropa, cremitas y lo q se tercie, pero además tiene gusto, pues el gastarse mucho dinero no significa q uno tenga estilo, o se tiene o no se tiene.bsitos

    ResponderEliminar