sábado, 30 de agosto de 2008

Tutto piu chic


Érase una vez un rico príncipe que aprendió a mirar fuera de palacio y, por qué no decirlo, salió un poco calavera. Le gustaba la noche, aunque demostró ser un crack. Pronto se dieron cuenta de su valía y lo prepararon para ocupar el trono. Pero hete aquí que un día el príncipe amaneció desnudo, durmiendo una enorme borrachera entre dos doncellas. Y resultó que no era alcohol lo que había ingerido, sino otras sustancias, y que las doncellas no eran tales, pues aunque lo parecían, eran caballeros bien armados. Y le echaron del Reino. Y él decidió fundar su propio Reino.

Esta es la historia de Lapo Elkann, heredero de Gianni Agnelli, factotum de la FIAT y uno de los hombres más influyentes del mundo (hasta que murió, Dios lo tenga en su Gloria), y que heredó de su abuelo el charme, lo calavera, lo mujeriego, lo fiestero... y el olfato empresarial. Y aunque el chico era un crack del marketing y fue el creador de los últimos modelos, que han sacado a la casa italiana de automóviles del hoyo financiero en que estaba (me chifla el Cinquecento, una joya de diseño y un concepto mucho más amplio), el que lo encontrasen con una sobredosis y dos travestis le hizo indigno de seguir trabajando como director de Marketing.

Así que, apartado como fue, este chico, al que le llueven premios por ser atractivo y estiloso (la verdad es que el chaval viste con mucha personalidad y elegancia), fundó una empresa llamada Italia Independent, que vende artículos tremendamente chic, para cuya construcción (o fabricación) utiliza materiales inusuales y exclusivos. Y yo me los compraría todos, desde los floreros hechos con material textil, hasta los candelabrosde fibra de carbono, el llavero de fibra de carbono y las gafas de fibra de carbono, pasando por las bolsas en nylon balístico, las camisas de 4 botones en algodón elástico o las bermudas para navegar, con bolsillos estancos y botones, de nuevo, de fibra de carbono.

No son muchos artículos, pero todos enganchan. Llámenlo marketing, digan que me gusta el personaje, que me dejo llevar por cómo me lo quieren vender, y que lo consiguen. Mola.

Sí. Y me gusta el perfil maldito de Lapo Elkann y su rebeldía, y este Italian Independent que es un órdago a los que le han echado de "su" empresa (en la que sigue teniendo una considerable participación) dicíéndoles "puedo triunfar sólo, tengo talento, ¿y vosotros?". Mola. Y a los Reyes les voy a pedir unas gafitas de esas (para las camisas, por desgracia, no me da el cuerpo).

Foto: Lapo Elkann, el príncipe desterrado.

viernes, 29 de agosto de 2008

EL CIELO. Dirección: Carrera de San Jerónimo, 34. Madrid.


Me estreno como autora en Hedon&Sibaris (gracias públicas al alma del blog por su invitación) y después de valorar varias posibilidades de contenido para celebrar la ocasión como lo merece he concluido que sólo una alcanza la categoría de perfecta: el Hotel Urban. Vaya por delante que mi adorado Urban da para tanto que lo desgranaré en varias ediciones, la primera de las cuales, esta, voy a limitar al apartado del alojamiento (para otras quedarán el restaurante, Europa Decó, ese espacio que yo siento como propio y que es el Glass Bar, y la terraza, un must en la noche madrileña para todo aquel que quiera relajarse en un entorno exquisito).




Tuve el inmenso placer de conocer el hotel Urban cuando ni siquiera había logrado la categoría de Gran Lujo, aunque ya tenía todas las características que se la han otorgado. No caí allí por casualidad, lo había encontrado navegando y automáticamente me enamoré del aspecto de sus habitaciones. No es para menos: caoba, piedra negra de Zimbawe, cuero, alabastro... Más numerosas piezas de la colección privada de su dueño, el también egiptólogo Jordi Clos. Hay que decir, no obstante, que quien se encarga meticulosamente de muchos de los detalles del hotel -unos más acertados que otros- es su esposa, que de cuando en cuando se da una vuelta por Madrid y, entre otras cosas, mueve muchas de las tallas africanas, hindúes o chinas que personalizan cada habitación y algunos rincones del establecimiento.

Hace un tiempo que no tengo ocasión de hacer parada en Madrid y tengo que retener mi opinión sobre el nuevo hotel que las hermanas Koplowitz, dentro de la cadena Hospes, han abierto en plena Puerta de Alcalá, cuyo restaurante/pub de diversos ambientes es ahora mismo lo más de lo más, pero creo que ni aún desconociéndolo corro el riesgo de equivocarme al decir que el Urban, hoy por hoy, sigue sin tener competencia como lugar de lujo. No de un lujo ostentoso sino verdaderamente sibarita y terriblemente chic.

El primer impacto, si uno llega en el turno correspondiente, es ver a su portero negro ataviado con levita y gorra de plato color hueso. Ahora, para encantador, José Manuel, que como buen blanco lleva el atavío a la inversa, en negro. Cuando cualquiera de ellos toma el equipaje y abre esa puerta uno comprende que, verdaderamente, el cielo está en la Tierra. El protagonismo del cristal se perfecciona con la presencia justa del acero y la calidez que aportan sillas y lámparas de impacto, más la madera que forra las paredes. La arquitectura, totalmente volcada al interior, alrededor del atrio, es impactante.

Puedo presumir de haber dormido en los distintos tipos de habitaciones disponibles (salvo en la de dos plantas, inicialmente pensada como opción estrella pero luego relegada, creo que a la vista de que el cliente no se sentía demasiado seducido por la mera idea de disponer de una zona de escritorio en un segundo nivel) y todas ellas son un deleite. Uno de los aspectos más cuidados -para mí esencial en cualquier estancia, ya sea comercial, hostelera, hotelera...- es la iluminación, y existe la opción de regularla creando diversos ambientes. Sin embargo, un mundo de espacio y luz natural separa las estándar (qué bonito, que ahora todos las llaman "superiores") de las junior suites y, sobre todo, de las suites. Estas últimas corresponden a la esquina con la calle Ventura de la Vega y tienen la mayor superficie. Las paredes que corresponden a la fachada, incluído ese esquinazo, son de cristal. Parte coincide con el baño, exactamente con el punto donde se ubica la bañera de hidromasaje, con lo cual su uso resulta delicioso. Es perfecto disfrutarla por la tarde, antes de arreglarse para salir a cenar, cuando una camarera pasa por el cuarto con el carro de sales y se puede elegir entre opciones estimulantes, relajantes... Además, el cliente alojado en la suite encontrará como cortesías adicionales una botella de agua Voss y recibirá, fría, otra de champagne.

Espero, eso sí, que el hotel haya subsanado sus deficiencias de servicio, ¡importantísimas! y totalmente indignas de un Gran Lujo. Porque un establecimiento no puede recibir esta etiqueta sólo por estar bien construido. La atención al cliente es igual o más importante y el Urban -hace un año y medio que me alojé allí por última vez- era excelente en cuanto al trato, el cara a cara, y sin embargo dejaba mucho que desear, principalmente, en cuanto a la premura de las peticiones desde la habitación.

Pero, lo confieso, al Urban yo se lo perdono todo. Porque el Urban es el cielo. Más allá de todo lo descrito, el Urban es mi cielo, mi cielo personal, el lugar donde he vivido alguno de los momentos más intensos de mi vida, tormentosos unos, absolutamente felices otros. Momentos de ruptura, momentos de inicios, momentos... Momentos que ya son inigualables.

Foto: Vista parcial de una suite del hotel Urban. Advertencia: la cama que aparece en la imagen es ideal para las volteretas. Abstenerse personas tristes.
Música: If I was your woman, de Alicia Keys, ideal para envolver una estancia en un hotel como el Urban.
Hotel Urban: Carrera de San Jerónimo, 34. Madrid. Tel. 91 877 770. http://www.derbyhotels.com/

*Ah, un consejo... la carta de Tokajs es única y redondea las habitaciones... Pero eso se lo dejo al líder, Monsieur Le Connoisseur, no ya porque lo tenga comprometido en un post anterior sino porque no pienso privarme del placer de leerlo.
*Considérese esta una primera entrega sobre el Urban, no ya por estar pendientes las que he mencionado sino porque el propio aspecto del alojamiento requiere muchas más precisiones. Aunque me pensaré si hacer como M. Le Connoisseaur con "esos grandes almacenes" y esperar a que me paguen por hacerles el report a partir del que perfeccionar el establecimiento.

jueves, 28 de agosto de 2008

Tela apalabrada


Mucho se habla últimamente del "bespoke", término que los sastres de Savile Row han intentado, sin éxito, defender como denominación de origen (recientemente la Oficina Internacional de Patentes y Marcas les ha denegado su uso exclusivo), y que se podría traducir por "hecho a medida", pero que literalmente quiere decir "apalabrado".

Su uso para definir el traje hecho a medida viene del uso de las mejores sastrerías de Savile Row en las que, hasta que el traje no estaba terminado, entregado y conforme, no podía tocarse para ningún otro fin la pieza de tela que se estaba utilizando que, por tanto, estaba apalabrada o reservada para ese cliente.

Son famosos los trajes a medida de las sastrerías de esa calle londinense que ya he mencionado dos veces y que no voy a mentar una tercera. Allí se encuentran, entre otras, casas con tanto abolengo como Davies & Son, que viste al mismo Calvin Klein; Gieves & Hawkes, proveedor de varios miembros de la Casa Real; Hardy Amies, que, además de haber sido hasta 1990 modisto de Isabel II, diseñó los trajes de "2001, una Odisea del Espacio"; Henry Poole & Co., creadores del smoking; Norton and Sons, con su lema"simple y elegante", que es la casa que mejor conecta con el público más joven; Edward Sexton, que es la sucesora de los "advenedizos" de Nutters of Savile Row, firma que abrió en 1969, conocida por haber diseñado los trajes que tres de los cuatro Beatles llevan en la portada del álbum Abbey Road (fotografía que, además, fue improvisada); y Oswald Boateng, sastre ghanés en cuyos talleres gustan de vestirse Will Smith, Samuel L. Jackson, Keanu Reeves, Mick Jagger, Jamie Foxx o Russell Crowe. También las hay importantes en Nueva York y Milán (París tiene más renombre en moda femenina, aunque no dudo que contará con magníficos sastres). En España, sin embargo, no son muchos los sastres que quedan (hemos logrado cargarnos esa profesión, lo que es un dudoso honor), y los que quedan suelen estar en grandes capitales, vestir a (algunos de) los más ricos y poderosos (recuerden que al actual Presidente del Real Madrid le criticaban que, pese a su pose modesta, se le notaban las marcas de sastre del traje cortado a medida... ¡¡¡cuánta envidia hay en el mundo!!!), y cobrar precios bastante elevados (hablamos de no menos de 1.500 € por traje). Aunque, claro, si por un Boss, un Armani o un Brioni "de serie" hay que desembolsar entre 900 € y 1.500 €, a mi no me parece tan descabellado, pues ningún traje queda como el que te cortan a medida. Siempre habrá quien prefiera la marca, claro, y yo lo respeto. Pero para mi, aparte de lo bien que queda lo que hacen a tu medida, me parece mal negocio renunciar, por llevar una marca, al disfrute que proporcionan las sesiones de medida, prueba y ajuste en la sastrería, entre piezas de tela, con su olor inconfundible, alguna de ellas desplegada sobre la mesa y con el corte que ha de hacerse marcado en tiza.

Sin embargo, con la moda actual, todos quieren tener trajes a medida y no faltan la picaresca de gente que utiliza inadecuadamente el término "bespoke", que debería aplicarse sólo y exclusivamente al traje hecho de principio a fin a mano (corte de telas, costuras, planchado, etc.) y de forma artesanal, a lo que más bien es un prêt-à-porter, esto es, te toman las medidas, las mandan a fábrica, donde una máquina, y según unos patrones prefijados, corta las piezas de tela, y luego ajustan en una prueba. Pero esto, amigos, es, como diría una persona que yo me sé, un bespoke "de los chinos".

El bespoke auténtico considera mil parámetros a fin de adaptar el traje a la persona, y un buen sastre debe aconsejarte ya no sobre el largo del pantalón, de las mangas o de la chaqueta, sino ayudarte a elegir el tipo de cuello adecuado, el corte posterior de la chaqueta, el número de botones, el corte y tamaño de las solapas... y, por supuesto, preguntarte si "cargas" a izquierda o derecha para evitar "incomodidades testiculares".

Por eso, yo voy a ver si encuentro un sastre que sepa lo que hace y que me trate bien en los precios a cambio de regalarle la maravillosa idea de abrir una línea bespoke, publicitarla debidamente y ser yo el primero que hable bien de lo bien que corta.

Sin renunciar, por supuesto, a hacerme un traje en Savile Row un día de estos (o cada temporada, si me tocan los Euromillones)

miércoles, 27 de agosto de 2008

Sabor salado

Si hace unos años hubiésemos hablado de sal, habríamos dicho que había sal gorda y sal fina. Y punto. Pero desde hace unos años venimos asistiendo al nacimiento a la vida de diversas sales. De las primeras que nos llegó como producto gourmet fue la sal Maldon, una delicia que permite en cocina unos maravillosos juegos de textura, haciendo que una carne de buey, por ejemplo, de repente, y con un crujidito entre nuestros dientes, potencie su sabor en un festín salado. Poco después empezaron a llegar diversas flores de sal francesas, ibicencas y británicas. Y luego las aromatizadas, como las de Halen Môn, una casa galesa que, aparte de sus sales aromatizadas a la vainilla y a las especias, a cuya venta también se dedican, nos ofrece una sal ahumada sobre virutas de roble, que aporta unos deliciosos aromas de madera a nuestro paladar.

Por fin, en estos últimos tiempos, nuestra industria salinera parece estar reaccionando y surgen novedades cada día. Así, una firma tan tradicional como Proasal ha abierto con las escamas de sal marina negras un nuevo frente, y la Salinera Española se ha lanzado al mercado gourmet bajo la marca Sal de San Pedro, con una línea de sales que comprende, ademas de la flor de sal natura, cuya etiqueta ilustra este post, sales aromatizadas al azafrán, la cayena de cultivo ecológico o los cítricos.

Fíjense si en esto hemos avanzado, que hasta hay un Portal de la Sal, aún algo en pañales, pero que promete.

Aunque para sabor salado, el del agua del mar sobre la piel del ser amado.

lunes, 25 de agosto de 2008

El café, ¿sólo o con chocolate?


Me gusta el chocolate. Miento, me apasiona. Y si de entre todo el chocolate del mundo tuviera que elegir uno sólo, elegiría sin duda los "Les Grains d'Arôme" de Michel Cluizel, una empresa familiar que toma su nombre de su fundador, un maestro chocolatero normando que, de no haber nacido, habría que inventar, y en la que sus descendientes siguen la tradición.

La marca ofrece unos excelentes chocolates, desde los de alto contenido en cacao, hasta los "Premiers crus de Plantation", unos varietales, ya que el Sr. Cluizel utiliza terminología enológica, para perder el sentido (de los tres que he probado me quedo con el de Pápúa-Nueva Guinea), pasando por sus almendras y pepitas (eclats) de cacao envcueltas en chocolate; los ya mencionados "Grains d'Arôme", mi locura, unos granos de café tostados envueltos en chocolate que te llenan la boca de aroma (lo siento, pero nada que ver los de Cacao Sampaka, mucho más flojitos); lágrimas de chocolate para fundir y utilizar en nuestros postres; bombones de mil tipos; o su última ´creación, "Les Macarolats aux Fruits", onos bombones con sabores a frutas con la forma de un "macaron" (macaron francés, no macarrón italiano... ya hablaremos de ellos) y de vistosos colores.

Un verdadero placer.

¿Dónde comprarlos? En tiendas de delicatessen (creo que también últimamente estaban vendiéndose en El Rincón del Gourmet de esa famosa cadena de supermercados que no voy a mencionar hasta que no me paguen por ello).

Advertencia: "Les Grains `d'Arôme" son altamente adictivos.

Foto: El fruto del cacao, cuando aún pende del árbol.

domingo, 24 de agosto de 2008

La Dolce Vita



Andaba recopilando un link para mi anterior post cuando, al entrar en la página de Veuve Clicquot Ponsardin me encuentro con que "abre portada" un artículo al que quería dedicar un post en unos días, pero que ahora me veo en la obligación de publicar hoy.

Resulta que dos referentes del hedonismo, como son Veuve Clicquot (de sobra conocida por su champagne) y los astilleros Riva, se han unido para ofrecer dos maravillosas piezas de coleccionista (con las que yo sé quién va a empezar a soñar ya) que unen el espíritu de ambas marcas.

Son ambas unos preciosos baúles realizados con la maravillosa técnica artesana de Riva y la estética de sus barcos: Madera trabajada en listones de dos colores, imitando la cubierta de una de sus espectaculares lanchas, laca negra. cromados y el mejor cuero tintado en el amarillo-anaranjado corporativo de la casa de Reims, con un interior que imita la cubierta de los barcos del astillero italiano.

Uno es el Cruiser Bag "La Grande Dame by Riva", que contiene una botella de "La Grande Dame" (el mejor champagne de la casa) y dos copas de flauta (ya sé que algunos y algunas, entre los que me cuento, prefieren otro tipo de copas). Edición limitada de 300 unidades. A ver si pillo una.

El otro es el llamado "The Cruiser Collection", que hacen a medida de nuestro yate, por unos 80.000 dólares (54.000 euros, aproximadamente), y que contiene un par de magnums ycuatro botellas "normales"de "La Grande Dame", seis copas Riedel de flauta, una pequeña vajilla, una cubertería, una mantelería y una cubitera para poner el delicioso champagne al punto de hielo, como a mi me gusta.

Ideales para ir a darte un baño con una mujer cargada de glamour a una cala paradisiaca en tu Aquarama (la más mítica de sus lanchas, conocida como "el Ferrari de las lanchas", fuera de producción desde 1996, pero que puede adquirirse de segunda mano por unos "módicos" 300.000 €).

Soñar es gratis.

Foto: La Riva Aquarama haciéndonos morir de envidia.

¿Dónde está Wally?


No, no me refiero al gafotas con camiseta de marinero y pasamontañas que se empeña en ocultarse entre la masa, sino a los astilleros Wally que, precisamente, pretenden a un público muy alejado del común.

Son barcos de diseño, con una estética que no deja indiferente (quizás demasiado "contundente" en algunos modelos), pero que hay que admitir que tienen unos interiores (que es lo que el comprador disfruta) para morirse dentro.

De hecho, imagínense una cenita en esa mesa de la foto... Unos amigos, una mujer bella como Miss Sybarite, música de De-Phazz, en una calita balear, una buena conversación, un menú estupendo (se me ocurre un poco de micuit acompañado de una copita de Tokaj -vino al que he de dedicar un post- para empezar, una ensalada con bogavante y vinagreta de mango y un tataki de atún rojo con escamas de sal a los cítricos) y un camarero pasando entre ambas mesas (¡¡¡no pensarán que en un barco así no iba a haber servicio!!!), magnum de Veuve Clicquot (o un champagne igual o mejor) en mano, cuidando de que las copas siempre estuviesen llenas.

Es para que se haga la boca agua.. ¿o no?

lunes, 18 de agosto de 2008

El iPhone y sus gadgets


No voy a hablar del invento de Steve Jobs porque muchos ya lo disfrutaréis y/o habréis leido sobre él muchísimo.

Así que, yo no sé vosotros, pero yo necesito una funda para mi juguetito.

He estado mirando y lo que más me ha gustado del mercado ha sido lo que ofrecen en Vaja Cases, donde hay muchísimas opciones de color y cuyos productos (lo sé por experiencia, pues regalé una funda de ipod esta navidad) son de una calidad enorme (¡¡¡y huele esa piel!!!). Algo lentos, eso sí, pues el producto puede tardar mes y medio o 2 meses en llegar.

Así que, os hago saber de esta marca, os emplazo a que me participéis de otras que hayáis encontrado y se me ocurre ahora que si alguien quiere comprar alguna funda, podamos hacer un pedido conjunto y con ello ahorrarnos un dinero en los gastos de envío.

Hedon y Sibaris


Hedon y Sibaris. Hedonismo y Sibaritismo.

Hay ciertas cosas que nos hacen la vida más grata. Y aquí voy a irlas recogiendo. Siempre, lógicamente, desde mi punto de vista.
Gastronomía, enología, tecnología, diseño, arquitectura, viajes... Todo lo que hace que nuestra estancia en esta vida terrena sea menos dura.

Intentando, eso sí, huir de esnobismos.

Decía Les Luthiers que "existe una vida mejor, pero es mucho más cara". Bueno, pues yo estoy de acuerdo con este aserto sólo en parte.

Hedon y Sibaris no tienen por qué esconderse, necesariamente, tras precios asequibles sólo a mafiosos rusos. Hay muchos placeres al alcance de muchos.

Así que, a veces lo que salga será asequibles y otras veces inalcanzable, pero soñar es gratis y los sueños alimentan.

Entiendo que un sitio como éste no puede hacerlo una persona, sino que es un sitio que es necesaria una "comunidad" que colabore con sus aportaciones, por lo que este blog tiene vocación de club, de lugar para compartir y de punto de intercambio.

Y encomiendo su éxito a las deidades paganas Hedon y Sibaris.
Disfruten y hagan que disfrutemos los demás.