jueves, 27 de noviembre de 2008

El Gin-Tronic


Este es un nombre con el que he bautizado al gin-tonic que me ofrecieron el otro día. De Hendrick's (mi ginebra favorita, muy aromática, y muy seca) y con tónica Fever Tree (maravillosa tónica de a euro y medio el botellín que, si bien supone una gran diferencia sobre Schweppes o Nordic Mist, no tiene nada que envidiar a la "Q", de a 4'5 euros por botellín).

"¿Y eso es todo?" dirán ustedes. "Pues no", respondo yo. Eso sería un gin-tonic estupendo, sobre todo si en vez de limón le ponemos pepino, en rodajas o una piel.

Lo que diferencia al gin-tronic del gin-tonic (sin "r") es que el primero, en vez de limón, lima o pepino, lleva unos trocitos de flor eléctrica, una flor que, al tocarla con nuestra lengua, te da primero como un repentino golpe ácido parecido al de la lima, y después una sensación como cuando de niño chupabas una pila de 9 voltios: una pequeña descarga y una sensación de hormigueo que se va extendiendo por toda la boca.

Y, bueno, pues claro, es algo nuevo, la verdad es que la sensación está bien, y tiene su gracia. Y, además, permite epatar a las amistades.

Dicho todo lo cual, yo me quedo con el trío Hendrick's-Fever Tree-pepino.

Foto: La flor eléctrica, en estado incipiente.